Los entornos virtuales de aprendizaje en el marco de la sociedad de la información constituyen una herramienta fundamental para disminuir la denominada “brecha digital”.
La Mgter. María Isabel Salinas en “Entornos virtuales de aprendizaje en la escuela: tipos, modelo didáctico y rol docente” manifiesta que los entornos virtuales de aprendizaje resultan un escenario óptimo para promover la alfabetización digital, imprescindible para combatir la brecha digital de segundo nivel. Considera que dicha alfabetización, “permite abordar la formación de las tres dimensiones básicas que la conforman: el conocimiento y uso instrumental de aplicaciones informáticas; la adquisición de habilidades cognitivas para el manejo de información hipertextual y multimedia; y el desarrollo de una actitud crítica y reflexiva para valorar tanto la información, como las herramientas tecnológicas disponibles.” Y que por esto “resulta necesario que los docentes conozcan las funcionalidades técnicas y las potencialidades didácticas de los entornos virtuales, como paso previo para su integración significativa en las propuestas curriculares”.
Salinas define un EVA como “el espacio educativo alojado en la web, conformado por un conjunto de herramientas informáticas que posibilitan la interacción didáctica”. Agrega que, según esta definición, un entorno virtual de aprendizaje posee cuatro características básicas: se trata de una ambiente electrónico constituido por tecnologías digitales; al encontrarse en la red, se puede acceder a sus contenidos a través de algún tipo de dispositivo con conexión a Internet; los programas que lo conforman sirven de soporte para las actividades formativas de docentes y alumnos; la relación didáctica entre profesores y estudiantes es mediada por tecnologías digitales, lo que permite el desarrollo de actividades educativas sin necesidad de que coincidan en el espacio o en el tiempo. Distingue los cuatro tipos de EVA de uso más extendido en el presente a nivel escolar: plataformas de e-learning, blogs, wikis y redes sociales. Explica que lo que los diferencia es su dimensión tecnológica y, por lo tanto, las potencialidades educativas que cada uno de ellos ofrece, al servir de soporte a distintas actividades de aprendizaje.
Asimismo, Salinas manifiesta que los entornos virtuales presentan dos dimensiones: una dimensión tecnológica y otra educativa. La primera está representada por las herramientas informáticas que sirven de soporte o infraestructura para el desarrollo de las diferentes propuestas educativas, orientadas a la publicación de materiales y actividades, la comunicación entre los miembros del grupo, la colaboración para la realización de tareas grupales y la organización de la asignatura. La dimensión educativa está representada por el proceso de enseñanza aprendizaje dinámico, propuesto a partir de procesos de comunicación multidireccionales producidos en un ambiente de trabajo compartido para la construcción del conocimiento en base a la participación activa y la cooperación de todos los miembros del grupo.
Salinas además señala tres razones fundamentales para la docencia virtual, promovida por fenómenos socioculturales que exceden el ámbito educativo pero que influyen de manera significativa en el mismo:
1. Para adaptar la enseñanza al contexto socio-cultural contemporáneo, la Sociedad de la Información, y al perfil de sus destinatarios, los nativos digitales:
Enseñar en un EVA es una necesidad para promover la inclusión en la vida social, cultural, económica y laboral del siglo XXI en la que la tecnología tiene un valor fundamental. Un entorno virtual de aprendizaje ayuda a los alumnos adquirir distintas capacidades vinculadas con el entorno cultural del mundo contemporáneo, como por ejemplo: el manejo instrumental de aplicaciones informáticas; la búsqueda y decodificación de la información hipertextual y multimedia allí publicada; la interacción con otros en un ambiente electrónico; la creación de contenidos digitales en distintos lenguajes, no sólo textual, sino también audiovisual.
Por otra parte la integración curricular de un EVA posibilita brindar una enseñanza más cercana o adaptada al perfil socio-cognitivo y tecnológico de los alumnos, que son “nativos digitales”, quienes han desarrollado formas de pensar y de interactuar diferentes a las de las generaciones anteriores. Los profesores pueden comunicarse con sus alumnos usando herramientas y lenguajes tecnológicos que le son familiares.
2. Para contribuir a la alfabetización digital, indispensable para el acceso a la cultura del siglo XXI:
En la actualidad se ha redefinido el concepto de alfabetización, dejando de lado la lectura y escritura del texto impreso para pasar a una idea multialfabetización en la que el aprendizaje está ligado a diferentes formas y lenguajes de representación y comunicación de la información (textuales, icónicas, sonoras, hipertextuales, audiovisuales, tridimensionales, etc.), mediante el uso de distintas tecnologías, ya sean impresas, digitales o audiovisuales, siendo uno de los núcleos fundamentales del multialfabetismo, la alfabetización digital. La misma integra el conocimiento y uso instrumental de las aplicaciones informáticas básicas y de los servicios que ofrece Internet; la capacidad para utilizar dichas tecnologías para buscar, obtener, procesar, producir y comunicar información y transformarla en conocimiento; y una actitud crítica y reflexiva para valorar tanto la información, como las herramientas tecnológicas disponibles.
3. Para promover la innovación curricular
La innovación curricular debe entenderse como un proceso de cambio planificado basado en la teoría y en la reflexión y que tienda al mejoramiento del proceso de enseñanza aprendizaje con el fin de optimizar el desempeño de los docentes y de los alumnos, con una clara incidencia de la calidad educativa.
El agente innovador debe ser el docente, que es quien activa y configura el potencial formativo que encierran las tecnologías de manera significativa y quien debe poner en práctica distintas posibilidades de innovación como:
- Favorecer la adopción de un modelo de enseñanza centrado en el alumno, quien debe poner en práctica habilidades de pensamiento de nivel superior y también, mecanismos de interacción social con otros, como docentes y pares. Esto lo lleva a adoptar un rol activo e interactivo en su proceso de aprendizaje.
- Extender los límites espacio-temporales del aula presencial ya que los procesos de enseñanza-aprendizaje pueden ampliarse más allá de su ámbito físico y fuera del horario asignado para el dictado de la asignatura.
- Ampliar las oportunidades de comunicación sincrónica o asincrónica, lo que genera nuevas oportunidades de aprendizaje y favorece la tutoría y evaluación continua de los procesos de formación por parte del docente.
- Proponer nuevas estrategias metodológicas propias del ámbito virtual.
- Utilizar nuevos recursos didácticos.